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Autor: Fanny Pabón Psicológa
Una pareja manipuladora y controladora, usa palabras que generan culpa o miedo en el otro. La manipulación es una forma de control que se ejerce a través del miedo, las amenazas, la culpa,la lastima y/o frases devaluatorias .
El manipulador te lleva a su terreno ingeniosamente, para someterte a sus deseos – a veces son sutiles y otras más directos- a través de amenazas.
Es una forma de control, que al inicio no dispara las alarmas. El manipulador abusa de tu ingenuidad, de tu buena voluntad y como decía el personaje de televisión El Chavo del Ocho: «es que se aprovechan de mi inocencia» y de tus deseos de ayudar.
Manipular es mentir para conseguir lo que deseamos, sin respetar la libertad y el espacio del otro.
En una pareja sana el respeto y la consideración son innegociables.
La psicología deja claro que, cada persona es responsable de sus pensamientos, sentimientos y conductas. Por lo tanto lo que tú hagas no es la causa directa de su sufrimiento, enfermedad o su posible infarto.
En realidad tú sólo tienes el poder de invitar a alguien a sentirse bien o mal, y la otra persona tiene el poder de aceptar o rechazar la invitación.
Una víctima verdadera, no finge; pues su objetivo nunca será ejercer control sobre otra persona. Se habla de juego porque hay un persona que juega a víctima y otra que juega a salvador.
Una vez concluye «el Juego» ambos se sienten mal, porque no es una forma saludable para comunicarse. Lo han hecho desde el engaño y la manipulación.
✅ «Te quiero, pero mi trabajo es más importante», «no tienes ni idea de lo que dices», «necesitas que te cuide, porque no sabes distinguir cuando te engañan»» si haces lo que digo verás que te va mejor».
✅ También te las dicen en forma de consejos: «deberías maquillarte mejor, antes cuidabas más tu imagen», «eras muy linda pero ahora estas muy flaca, muy gorda…» debes cuidarte mejor si quieres que siga queriéndote»
Tienes un sentimiento de malestar, de agobio o un sabor agrio en la boca, sí es así, pon a trabajar tu capacidad de análisis y saca tus propias conclusiones.
Piensa las cosas en frío, calmada prueba a decirte: «soy una persona valiosa y puedo saber qué es lo mejor para mí»… o también puedes hablar con un(a) amigo(a).
Además de analizar lo que te pasa, intenta estas otras actividades:
No te critiques o seas severo contigo misma, recuerda no hay que buscar culpables.
Esfuérzate para entender lo que sucede en tu relación de pareja.
Confia en ti misma y en tu capacidad de cambio y aprendizaje. Traza un plan para hacer los cambios que creas necesarios.
A veces, tendrás que buscar ayuda especializada para entender en profundidad lo que ocurre y poder tomar decisiones.
Existen múltiples causas, que dependen de la personalidad de los miembros de la pareja y de las carencias afectivas. Ahora, nos limitaremos a mencionar las más frecuentes:
Cuando optas por mantener la ilusión y alterar la realidad se debilita tu capacidad para romper este tipo de relaciones. Esto ocurre porque en tu fantasía todo es «perfecto» y esta «bien».
Esto suele ocurrir cuando procedes de un hogar roto o de una familia monoparental. Tu parte niña necesita el amor y la atención del padre o la madre ausente.
Para romper el lazo afectivo con una pareja manipuladora y controladora empieza por dejar a un lado las excusas.
Es importante salir de este abismo, porque como dice la canción de Caramelos de Cianuro “me elevas pero me ahogas”.
1. Escribe las ventajas y desventajas, después de ocho días revísalas y haz las modificaciones que consideres necesarias.
2. Decide si continuarás en las circunstancias actuales. Si descubres que necesitas hacer cambios importantes; lo más recomendable es buscar ayuda con un especialista.